Para celebrar el día europeo del enoturismo, 11 de Noviembre de 2018, visitamos el Museo del Vino de Málaga.
Este año se ha potenciado más que nunca el enoturismo mediante la organizacion de numerosas actividades para dar a conocer cada una de las regiones vitivinícolas de España.
El evento ha sido benéfico en formato de «free tours», donde el enoturista era libre de donar la cantidad que quisiera a la fundación Aladina.
El Museo del Vino de Málaga se halla en el mismo edificio que el Consejo Regulador de Vinos de Málaga, en la plaza de los Viñeros. ¡Dónde si no! 😉
Es una visita muy amena en la que se puede aprender muchos detalles relacionados con la historia del vino de Málaga, su viticultura y sus terroirs, las etiquetas de sus productos vitivinícolas, la maquinaria utilizada para vinificar, …
Empezamos la ruta, con una firme declaración de principios:
«Málaga, paraíso vitivinícola.»
Málaga es un paraíso vitivinícola gracias a su gran diversidad climática, orográfica y de suelos. Esta diversidad es la que hace posible que dentro de la provincia encontremos dos denominaciones de origen: Málaga y Sierras de Málaga.
Se pueden elaborar vinos Málaga y Sierras de Málaga en cualquiera de las 5 zonas de producción: Norte, Axarquía, Montes, Costa Occidental y Serranía de Ronda. Dentro de la D.O. Sierras de Málaga, los vinos elaborados en la Serranía de Ronda pueden etiquetarse además con el término geográfico «Serranía de Ronda».
5 zonas de producción: Norte, Axarquía, Montes, Costa Occidental y Serranía de Ronda.
La Axarquía: viticultura heroica.
Esta zona ocupa la parte oriental de la provincia y se extiende desde las montañas hasta el mar. Su proximidad al mar mediterráneo hace que los inviernos y veranos sean suaves. Se trata de una tierra de grandes pendientes, con suelos pobres formados por pizarras en descomposición. Todas estas características hacen que en esta zona, el cultivo de la vid requiera de enormes esfuerzos.
Es el reino de la Moscatel de Alejandría, empleada tanto para obtener vino, como pasas, o ser consumida como fruta fresca. También cabe destacar en esta zona la variedad autóctona Rome o Romé.
Montes: cuna de la Pero Ximén.
La comarca de los Montes se extiende a través de la cadena montañosa que rodea a la ciudad de Málaga. Fue aquí donde comenzó a cultivarse la famosa variedad Pero Ximén, que constituye hoy, junto con la Moscatel, el cultivo más abundante.
Su paisaje se caracteriza por grandes pendientes, suelos pizarrosos poco profucndos y muy erosionados. Es una zona de gran altitud, de veranos calurosos e inviernos fríos y lluviosos.
Zona Norte: tierra de contrastes.
Situada en la altiplanicie de Antequera, a 500 metros sobre el nivel del mar, es una zona caracterizada por suelos calizos y un clima con inviernos fríos y veranos muy calurosos, con acusadas diferencias térmicas entre el día y la noche.
La variedad más importante de la zona es la Pero Ximén. Destacan también la Doradilla como variedad autóctona y la Shyrah como variedad tinta.
Costa Occidental: entre el mar y el sol.
Zona situada al oeste de la provincia, en el límite con Cádiz. Su paisaje se caracteriza por colinas de suelos albarizos, de naturaleza caliza que llegan hasta el mar. El clima de la zona es suave, con influencias atlánticas, debidas a la cercanía del océano.
La variedad predominante es la Moscatel, destinada tradicionalmente al consumo de mesa.
Serranía de Ronda: viñedos de altura.
Área montañosa situada en el extremo noroccidental de la provincia de Málaga. Esta zona vinícola se extiende a unos 700 m de media sobre el nivel del mar y se caracteriza por tener suelos de textura arenosa y limo arcillosa con un subsuelo fuertemente calizo. Aquí los inviernos son fríos, y los veranos calurosos, con grandes oscilaciones térmicas entre el día y la noche.
Las variedades predominantes son cabernet sauvignon, merlot, shyrah y petit verdot.
En el museo tienen expuesta una muestra de cada uno de los terruños descritos:
Muestras del terreno de las 5 zonas de viñedos de Málaga: Axarquía, Montes, Norte, Costa Occidental y Serranía de Ronda.
«Una tierra generosa y diversa, un clima propicio y una historia milenaria, junto con el trabajo de mujeres y hombres, son los ingredientes con los que se produce hoy el verdadero milagro de los vinos de Málaga. Sin embargo, todo esto parte de algo tan sencillo y a la vez tan maravilloso como es una planta: la vid.»
Ha sido toda una sorpresa el conocer la ancestral e importante cultura vitivinícola de la región de Málaga.
Si quieres conocer la historia de esta región, los vestigios de una historia antigua, Fenicios, griegos y romanos; Árabes y su Xarab al malaquí, el vino en Al-Andalus; Reyes, señores y hermandades, y un largo etcétera, visita nuestro post Museo del Vino de Málaga – Historia.
Botellas de los vinos de Málaga a lo largo de la historia
Museo del Vino de Málaga
Viticultura y vinificación en Málaga.
Desde que la filoxera se introdujo en España desde América por primera vez a través de Málaga en la década del 1870, la filosofía única de las plantaciones de la vid ha sido la de Injertar para resistir.
Injertar para resistir.
El injerto es un sistema que se utiliza para multiplicar la planta. La técnica consiste en introducir un trozo de sarmiento (púa) o una yema (escudete) de una vid en otra. Este sistema se utiliza para poder cultivar variedades que no son resistentes a la filoxera u otros factores del medio natural.
La Vitis vinífera no es resistente a la filoxera, sin embargo otras especies de Vitis sí lo son, como ocurre con la Vitis americana. Por eso, para poder cultivar la Vitis vinífera es necesario utilizar un patrón o portainjerto de Vitis americana resistente a esta enfermedad, aunque también se seleccionan por su resistencia a factores como la sequía, el exceso de humedad, la salinidad, etc.
Dando forma a la vid: la poda.
Es invierno y los sarmientos desnudos de la vid pueblan el paisaje. Es el momento de realizar la llamada poda de invierno, consistente en cortar sarmientos y brazos para mantener la forma de la cepa.
La formación de la cepa en Málaga se puede hacer en «vaso», «en cabeza» o sobre unos soportes denominándose entonces en «espaldera».
Llega la vendimia.
El tiempo de vendimia siempre es una fiesta, ya que supone la culminación del trabajo bien hecho. Como consecuencia de la gran diversidad de climnas existentes en la provincia de Málaga, la vendimia se realiza, según la zona y la variedad de uva, desde principios de agosto hasta finales de octubre.
Los días de asoleo.
El asoleo es una labor tradicional que se realiza para elaborar determinados vinos con Denominación de Origen Málaga. Consiste en colocar los racimos de uvas al sol para que, por deshidratación, lleguen a tener mayor concentración de azúcares.
Tradicionalmente, el asoleo se realiza en la Axarquía y en la zona Norte. En la Axarquía las uvas se asolean en unas construcciones llamadas paseros, localizadas en pendientes y orientadas al sur, para aprovechar al máximo el sol. En la zona Norte los racimos se extienden sobre «lienzos» o capachos.
En los paseros, los racimos, se voltean uno a uno periódicamente para obtener una exposición solar uniforme. Para obtener los famosos vinos Tiernos PX y Moscatel se asolea la uva para conseguir concentraciones en azúcar de hasta 500 gr/l.
Maquinaria utilizada antiguamente para la elaboración del vino
Museo del Vino de Málaga
Pisar y prensar.
El pisado, también llamado molturado, es un proceso que se realiza para que se rompa el hollejo de la uva con suavidad y se libere mejor el mosto en el prensado.
En el prensado se somete la uva a ligeras presiones para que fluya un mosto de máxima calidad.
Criaderas y solera.
Este sistema tradicional y único consiste en una sucesión de mezclas para otorgar unas características uniformes al vino.
Las botas donde se envejece el vino se se agrupan por andanas. Cada andana está formada por filas horizontales de botas superpuestas. Cada una de las filas de botas contiene vinos de la misma vejez y recibe el nombre de escala.
En general la escala más cercana al suelo se llama solera y el resto de las escalas se denominan criaderas. Con destino al embotellado se hace una saca parcial de vino de las botas que componen la solera.
El vino extraído de la solera se repone con vino de la 1ª criadera, vino que a su vez se reemplaza con vino de la 2ª criadera, y así sucesivamente hasta llegar a la última criadera que se rellena con vino de la vendimia del año.
Crianza en barricas.
Se trata de un sistema estático en el que el vino permanece en la barrica el tiempo necesario hasta que adquiere las características deseadas, vaciándose la barrica en su totalidad para el embotellado.
Dependiendo del tiempo de envejecimiento, los vinos de las Denominaciones de Origen «Málaga» y «Sierras de Málaga» se dividen en:
Denominación de Origen «Málaga»:
- Pálido: sin envejecimiento
- Málaga: desde 6 meses en bota de roble
- Noble: de 2 a 3 años en bota de roble americano
- Añejo: de 3 a 5 años en bota de roble americano
- Trasañejo: más de 5 años en bota de roble americano
Denominación de Origen «Sierras de Málaga»:
- Cosecha
- Crianza: dos años de envejecimiento, 6 meses en barrica de roble
- Reserva: 36 meses de envejecimiento para los vinos tintos, 12 meses como mínimo en barrica de roble y el resto en botella. Para los vinos blancos y rosados 24 meses de envejecimiento.
- Gran Reserva: 24 meses en barrica de roble y 36 meses en botella, para los tintos. Para los blancos y rosados el envejecimiento será de 48 meses.
La cuchara malagueña.
Es un utensilio único en el mundo que se utiliza para realizar la cata del vino principalmente en su fase visual. Consiste en una cuchara hecha en plata con el mango en forma cilíndrica y hueco. La cuchara se introduce por su mango perpendicularmente en la boca de la bota para extraer el vino. Cuando el vino está en el hueco del mango se extrae la cuchara, colocándola entonces en posición horizontal hasta que el vino ocupa la parte cóncava de la cuchara, donde el catador puede apreciar los diferentes aromas y tonos de color.
Antiguos utensilios del mundo del vino. A la derecha, dos ejemplares de cucharas malagueñas.
El embotellado.
En su fase final el vino se lleva a la botella, en la que tendrán lugar los últimos procesos que terminan de configurar el vino. El vidrio del que está hecha la botella protegerá al vino de los agentes externos que puedan perjudicarlo.
La botella habitualmente se tapona con corcho, producto natural elástico, resistente e impermeable, obtenido del alcornoque, que favorece la maduración del vino.
El etiquetado.
La etiqueta es el vestido del vino. «En ella se indican, entre otros detalles, sus características, el embotellador, el volumen, el grado alcohólico y el nombre de la Denominación de Origen a la que pertenece el vino». Además en las etiquetas de los vinos con D.O. pueden aparecer términos tradicionales propios del tipo de vino.
¡No te pierdas la colección completa de etiquetas históricas del Museo del Vino de Málaga!
La cata – la última etapa de nuestra visita al Museo del Vino de Málaga
Después de viajar en el tiempo a lo largo de la historia de los vinos de Málaga, y tras conocer interesantes detalles de la viticultura y procesos de vinificación malagueños, finalmente llegamos al ansiado momento de catar los vinos.
Finca Los Frutales – Bodega Joaquín Fernández. Sierras de Málaga Denominación de Origen Serranía de Ronda.
Un vino rosado ecológico de 2017 elaborado con las variedades Merlot, Syrah y Garnacha, cultivadas en la ladera de la Finca Los Frutales a 700 m de altitud. 6 meses de crianza sobre lías en barricas de roble francés y americano.
Carpe Diem – Málaga Añejo. Denominación de Origen Málaga.
Un vino dulce tinto elaborado con mostos yema procedentes de uva autóctona Pedro Ximén. Fermentación controlada a baja temperatura, conservando así, íntegramente, el sabor y los aromas de la veriedad. Con más de 8 años de crianza, es de color caoba, en nariz destacan los aromas a pastelería, toffee, almíbar y fruta confitada. En boca es equilibrado. Combinado con refresco de cola, recuerda al vermouth.
Cortijo la Fuente – Afrutado seco. Denominación de Origen Sierras de Málaga.
Un vino blanco fruto de un viñedo de producción propia y limitada, situado en la comarca de Antequera, zona norte de Málaga. Vendimiado con esmero en su momento óptimo. De gran intensidad aromática: flores blancas, frutas exóticas, recuerdos cítricos. Agradable en boca, fresco, seco, suave y sutil. Perfecto para maridar con pescado, marisco, fritura andaluza y en general, para tapear.
El lagar de Cabrera – Syrah 2017. Denominación de Origen Sierras de Málaga.
Un vino tinto elaborado a partir de uvas de la variedad Syrah procedentes de viñedos situados a más de 700 m de altura donde la diferencia de temperatura entre el día y la noche permiten la perfecta maduración. El resultado es un vino de color rojo picota, aromas a frutos negros y regaliz, potente en boca, sabroso y equilibrado.
Como puedes ver, la visita guiada al Museo del Vino de Málaga, es una visita muy interesante, ya sea simplemente porque te gusta el vino o hasta si eres un aficionado más «pro», gracias a ella descubres todos los secretos de la cultura vitivinícola de esta fantástica región de Andalucía.
¿Y tú, lo has visitado ya?